Emisora Virtual de la Diócesis sonsón Rionegro

“Pues no me avergüenzo del Evangelio,
que es fuerza de Dios,
para la salvación de todo el que cree”
(Rm 1,16)

EL EVANGELIO

Esta palabra griega que significa “buena noticia” es  Jesucristo, Dios y hombre verdadero prometido en las Escrituras (cf. Rm 1,2-4)

El Evangelio no es un libro (4 Evangelios), sino la única persona liberadora capaz de transformar radicalmente al ser humano, en la medida que éste crea en Él.

El contenido del Evangelio es el kerigma (anuncio) acerca de la muerte y resurrección de Jesucristo (cf. 1Cor 15,1-5)

En el corazón del Evangelio está la Cruz de Cristo que propone unos valores que no siguen la lógica del mundo, por ello, el Evangelio causa dificultades en el seguimiento a Jesús y por ello, el Evangelio pide renovación (cf. Rm 12,2)

El Evangelio es una fuerza que, especialmente en las dificultades, crea comunión entre el evangelizador y la comunidad. (cf. Flp 1,5; 2,22)

FUERZA

Esta fuerza de Dios es su poder capaz de salvar a todo el género humano (universal), sin distinción de raza, género, condición social o religión.

La fuerza de Dios es una acción que por su gracia, y no por méritos que hombre pueda hacer valer ante Dios, salva a toda persona que crea en Jesús.

La fuerza de Dios es su Evangelio, o sea Cristo, que es superior al poder del pecado que procede de Adán. Este poder no se impone por sí mismo, sin respetar la libertad humana. Hay que obedecerlo libremente. Por tanto, puede ser rechazado (cf. Rm 10,16)

“Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios” (1Cor 1,23-24)

DE DIOS

Dios da a conocer su bondad salvadora para con todos los hombres, a través de la siempre actual buena noticia, que es su Hijo Jesucristo.

Dios había anunciado la salvación en el Antiguo Testamento, en la muerte y resurrección de Cristo, la salvación ha llegado a su plenitud.

La finalidad por la que Dios ha revelado su fuerza en el Evangelio es la salvación de todo el que cree.
Esto es lo que ha querido expresar el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento”. (EG 1)